Hora Libre: febrero 2008

Hora Libre

viernes, 15 de febrero de 2008

Se apagó la luz

Hace relativamente poco tiempo que me mudé, que me vine a vivir solo así que comprenderán, mis conocimientos respecto a la gente que vive aquí son escasos.

Casi siempre hablo con los mismos, no podría decir que soy una persona "sociable", por favor, nada más alejado de ello. Pero así y todo, y les reitero que no conozco a casi nadie, a las personas de esta zona con las que hablo, les tomé cierto cariño. Siempre mantenemos una conversación amena, que va mas allá del estado del clima o de un mero saludo y eso, a la larga o a la corta, forja una relación.


Con la gente de un comercio al que concurro diariamente me pasó lo mismo, me hice, por así decirlo, amigo de esa gente, son sólo tres los que atienden "La Gallega", una despensa de barrio, atendida por gente querida por todos, gente a la que yo, empezaba a querer.

Y este miércoles la cosa cambió totalmente...


Sandra, la almacenera, la señora amable, amorosa, que siempre estaba con una sonrisa, y me preguntaba como estaba, que era de mi vida y se interesaba por mí, fué brutalmente asesinada. Algún hijo de puta (y perdonen la expresión pero otro justificativo no cabe) la acuchilló a sangre fría. El motivo? Valla uno a saber. Justificativo? No tiene, no se puede encontrar un motivo para cometer tremenda atrocidad, acuchillarla varias veces y abandonar la escena dejándole el arma clavada en el cráneo.



Hoy por la tarde, el negocio volvió a abrir sus puertas. Ví al dueño, un muchacho jóven de unos pocos años más que yo, parado en el umbral de la puerta. Entré, saludé y sólo pude darle la mano y decirle que lo sentía. Una tristeza me invadía por completo, sentía unas ganas tremendas de llorar. y al bajar la vista y ver las manchas de sangre impregnadas en el piso un escalofrío me corrió por la espalda. Yo hablaba con el dueño que con voz entrecortada me contaba los pormenores de la desgracia, y no sé si lo que le dije le habrá parecido sincero, real, pero yo lo sentí así, y te dá mucha bronca e impotencia que sucedan estas cosas. Y todo me recuerda a esa persona, no sé porque, no llegué a conocerla bien, pero le tomé cariño. Y hoy ya no está, murió de la peor forma, murió joven, quedó su espíritu en ese negocio, en esas paredes, quedó su voz, su cordialidad, su atención,... y la puta madre loco, ojalá te pudras en la cárcel, no sé si me estarás leyendo, pero para mí un animal como vos no merece otro final.

Perdón pero ya no puedo seguir...


Se te va extrañar Sandra, perdón por no llegar a devolverte todo lo que brindaste.

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